viernes, 18 de abril de 2014

Gabo, in memoriam

Acabo de oír a Juan Cruz, que por lo visto entrevistó varias veces a Gabo, explicar cómo fabulaba el escritor. Decía este que escribía tal como su abuela le había enseñado a narrar; esto es, explicando el final siempre al comienzo de sus novelas, de modo que lo importante no era entonces este, sino cómo se había llegado a él. Cómo se había llegado al final. Casi nada. Imagínense ustedes, como diría él, qué difícil es construir la historia, apedazarla, ordenarla- o desordenarla, como se quiera- , darle coherencia... para llegar a un final lógico, afortunado, sorprendente o como sea,para tener además que pensar en el cómo.
El cómo es el camino que se recorre; pero es también lo que se ve a lo largo de ese camino- Stendhal dixit- , y es, sobre todo, y más en el caso de Gabo, lo que se vive al recorrerlo: lo que se sueña, lo que se siente y se llora, los amores que se quedan y los que quedan. También  aquellos otros que nos acompañan contándonos y recontándonos, pues todas las historias son, al fin y al cabo, una y la misma. Y eso ya lo sabía Gabo. Y Borges. Y Fuentes. Y Cervantes.
Gabo era un gran aficionado al cine, crítico y guionista. Uno de sus cursos de guion, recogido en el libro Cómo se cuenta un cuento, transcurre con placidez en un diálogo amenísimo a varias voces. Al final del libro, Gabo afirma que cuando se enteró de que le habían concedido el Nobel exclamó sorprendido: "¡Coño, se lo creyeron! ¡Se tragaron el cuento!"
Todos nos tragamos el cuento. Pero el cuento nos alegró la vida.

García Márquez en CVC

Muerte de García Márquez en El País

domingo, 14 de noviembre de 2010

Ha muerto Berlanga

Luis García Berlanga ha muerto. El cine español ha perdido a uno de sus padres. Ya perdió a Bardem. Y a Buñuel. Y a Fernán Gómez. Menos mal que nos queda Erice. Y Almodóvar. Y Martín Patino.
Berlanga era capaz de hacer vestir a todo un pueblo de faralaes para recibir a los americanos, que nunca pasaron. También, de buscar con altavoces al verdugo que no quería matar para ejecutar al reo de muerte.
Berlanga era capaz de poner el dedo en la llaga purulenta del franquismo, y hacer reír a la vez.
Que viva muchos años en nuestra retina.

lunes, 1 de noviembre de 2010

D. Quijote de Matta en diálogo con Gonzalo Rojas


El Centro Cervantes organiza esta magnífica exposición virtual:

Enlace a una nueva opción: D. Quijote interactivo:

domingo, 29 de agosto de 2010

viernes, 7 de mayo de 2010

El dia 27 d'abril, els alumnes de 1r i 4t d'ESO varen realitzar un taller molt interessant organitzat pel CAC (Consell de lAudiovisual de Catalunya), i desenvolupat pel Col·lectiu Pasoapaso. Es tractava de crear, a partir d'unes imtages donades, uns petits curtmetratges d'un minut fent servir el programa moviemaker. Els alumnes, per grups, a part de gaudir molt de l'activitat, varen crear aquestes petites peces, que podeu veure a aquest enllaç: ">

domingo, 21 de febrero de 2010

Sobre una pel·lícula de família.


Tres dies amb la família és una pel·lícula plena de mirades que expressen. Les miradas d'una actriu que defuig els tòpics de glamur i bellesa que busquen tantes altres. Una actriu que està una mica rodoneta, però que sap mirar amb tanta intensitat amb els seu ulls blaus, tristos, que atrau immediatament la nostra mirada i ens fa mirar-la, compartir amb ella. Sentir el que ella sent.
Tres dies amb la família és una pel·lícula propera al cine de Recha, al cine francès: una pel·lícula de famílies que s'estimen, però que amaguen secrets, que guarden les aparences, que no volen dir, per vergonya, per no ferir, perquè no toca dir segons quines coses.
És, per tant, una pel·lícula que parla de tots nosaltres, de les nostres famílies, sense melodrames, sense llàgrimes, sense abusar de les paraules. Una pel·lícula de mirades.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Petit indi

Que la naturaleza no se puede modificar, ni domesticar, es lo que Marc Recha explica en una película dura, tremenda. Una película, como todas las de su autor, llena de silencios y elipsis, en la que imaginar, entrever, aún se le permite al espectador. Una película que será seguramente, para muchos, "lenta". Para aquellos que aún no han entendido que el cine no puede, no debe, explicarlo, mostrarlo, todo. Porque, si lo hiciera. ¿Qué espacio quedaría para el espectador? Para que éste imagine, intuya, sueñe, piense, en definitiva.
Y qué diferente de esa otra realizada por una paisana de su autor, Isabel Coixet, en que precisamente se nos explica tanto, se nos muestra tanto, en capas superpuestas de significado, excesivas, cargantes, y hasta torpes, que el pobre espectador no tiene más solución que comprobar cuán diferente puede resultar Sergi Lòpez, según quién lo dirija.
Petit indi es, a pesar de todo, un canto a la bondad, a los sentimientos, en un mundo en que seguramente no tienen cabida ya.
Petit indi es un western, en que el vaquero es un niño que lucha contra la propia naturaleza, y ésta le vence.